¡Hola y bienvenidos a este blog! Quisiera empezar la andadura de este diario con una reflexión. En ocasiones me he preguntado, por qué las personas somos tan propensas a organizar la realidad y clasificarla en grandes compartimentos estancos, y aún más, porque tendemos a dejar que esta manera de pensar nos condicione nuestra forma de vivir. La respuesta parece obvia, el ser humano necesita esquemas mentales que le hablen del mundo y le permitan relacionarse con él.
Sin embargo, frecuentemente pienso que en ese proceso se va perdiendo muchas cosas que a priori no estaríamos dispuestos a renunciar. Por ejemplo: ¿Por qué un acto que puede hablar tanto de nosotros como es comer, para el común de los mortales en según que sitios (es mi opinión) merece tan poca consideración y está asociado con otro tipo de ideas que aparte de rayar lo insustancial no le hace para nada justicia?; a saber, la comida es un acto vulgar que supone la satisfacción de los apetitos;la comida es una acto social que dependiendo de lo que se coma y en qué sitios, sirve para demostrar lo refinado de nuestro gusto o nuestro poderoso tren de vida. O lo último, esa sensación de que saber cocina es estar "a la última", pues muestra lo comprometido que estás con la emancipación de la mujer -tradicionalmente asociado a una de las tareas domésticas- cuando lo que a veces esconde (y digo a veces) es que a uno le ha importado un pito, con perdón, comer o cocinar, y ahora uno descubre que es hasta divertido.
Pues pensando un poco más allá : ¿Por qué en una sociedad que se dice a si misma culta y/o desarrrollada seguimos muy lejos de considerar la comida como una aspecto tan importante como la música, el cine o la literatura, por poner un ejemplo? Es decir, que hablar de la comida (desde múltiples aspectos) no debe estar reñido con una conversación sobre, la última película de arte y ensayo, o, la ultima novela de ese escritor americano que tiene tan buenas críticas. Y valga un botón a modo de muestra, en la región que me vio nacer (que a veces donde no sé exactamente si existe o no) Andalucía, de vez en cuando es lugar común decir que comemos como en ninguna parte, y que no nos hablen de la dieta mediterránea pues somos los que partimos el bacalao en este apartado. Pues nada más lejos de la realidad, en Andalucía somos la comunidad que más índice de obesidad tiene, por lo tanto, eso de una población alimentada de manera sana y equilibrada será un bonito cuento que contar, porque aquí "na de na". ¿Y qué tiene que ver esto con el comentario anterior? Pues, porque parece que hay una relación directa entre el conocimiento/interés sobre los aspectos relacionados con la alimentación ,y el hecho de que, desgraciadamente estamos perdiendo un patrimonio que nos ha venido dado y nos ha hecho ser admirados en el mundo entero.
Sin embargo, frecuentemente pienso que en ese proceso se va perdiendo muchas cosas que a priori no estaríamos dispuestos a renunciar. Por ejemplo: ¿Por qué un acto que puede hablar tanto de nosotros como es comer, para el común de los mortales en según que sitios (es mi opinión) merece tan poca consideración y está asociado con otro tipo de ideas que aparte de rayar lo insustancial no le hace para nada justicia?; a saber, la comida es un acto vulgar que supone la satisfacción de los apetitos;la comida es una acto social que dependiendo de lo que se coma y en qué sitios, sirve para demostrar lo refinado de nuestro gusto o nuestro poderoso tren de vida. O lo último, esa sensación de que saber cocina es estar "a la última", pues muestra lo comprometido que estás con la emancipación de la mujer -tradicionalmente asociado a una de las tareas domésticas- cuando lo que a veces esconde (y digo a veces) es que a uno le ha importado un pito, con perdón, comer o cocinar, y ahora uno descubre que es hasta divertido.
Pues pensando un poco más allá : ¿Por qué en una sociedad que se dice a si misma culta y/o desarrrollada seguimos muy lejos de considerar la comida como una aspecto tan importante como la música, el cine o la literatura, por poner un ejemplo? Es decir, que hablar de la comida (desde múltiples aspectos) no debe estar reñido con una conversación sobre, la última película de arte y ensayo, o, la ultima novela de ese escritor americano que tiene tan buenas críticas. Y valga un botón a modo de muestra, en la región que me vio nacer (que a veces donde no sé exactamente si existe o no) Andalucía, de vez en cuando es lugar común decir que comemos como en ninguna parte, y que no nos hablen de la dieta mediterránea pues somos los que partimos el bacalao en este apartado. Pues nada más lejos de la realidad, en Andalucía somos la comunidad que más índice de obesidad tiene, por lo tanto, eso de una población alimentada de manera sana y equilibrada será un bonito cuento que contar, porque aquí "na de na". ¿Y qué tiene que ver esto con el comentario anterior? Pues, porque parece que hay una relación directa entre el conocimiento/interés sobre los aspectos relacionados con la alimentación ,y el hecho de que, desgraciadamente estamos perdiendo un patrimonio que nos ha venido dado y nos ha hecho ser admirados en el mundo entero.
Bueno, pues una vez hecha esta reflexión inicial es hora de exponer el propósito de este blog., introduciendo un comentario sobre la época que nos tocó vivir. En estos momentosde crisis donde el sentido de hacia donde se dirige la humanidad parece que se encuentra a miles de kilómetros de distancia, y por otro lado, el mundo gastronómico se encuentra redefiniéndose a si mismo, pienso que vale la pena pararse a pensar de manera simúltanea quienes somos y qué somos en el acto de comer, o lo que lo mismo si es razonable pensar que acercando más el concepto de hombre a la cocina y viceversa, los dos conceptos se definan mejor. Yo lo creo así, y si tu eres de la misma opiniión, espero que me acompañes en este viaje.. ¡Bienvenido!
¡Enhorabuena por este blog y por el otro que está repleto de platos interesantes! Creo que fue Hipócrates que dijo: "Que tus alimentos sean tus medicinas". Algo así me gustaría que la comida fuera para mí, a la vez que algo social. Lo malo es que con este ritmo de vida a veces comes inconscientemente y, lo que es peor, con ansias y prisas. ¡Saludos!
ResponderEliminar